PADRES DE FAMILIA

Padres de adolescentes

Recomendaciones para resolver conflictos con hijos adolescentes

Los padres suelen tener conflictos con sus hijos adolescentes ya que éstos transitan por una etapa difícil donde viven cambios fisiológicos y psíquicos que les trae conflictos. Aquí se  pueden ver consejos para tratar de transitar de la mejor forma esta etapa junto a sus hijos adolescentes.
 
La adolescencia es una etapa compleja y muchas veces difícil de transitar por padres e hijos. Aquí veremos una serie de problemas frecuentes en la relación padres – hijos durante la etapa adolescente y cómo enfrentarlos de la mejor forma posible.

La etapa de la adolescencia, entre los 12 y los 18 años aproximadamente, suele ser un tanto complicada en cuanto a la relación entre padres e hijos ya que se suelen dar algunos conflictos.

El adolescente transita por una serie de cambios físicos que no se corresponden con un desarrollo mental. Es decir, por un lado:
  • comienzan a desarrollar un físico adulto y por otro
  • aún siguen siendo niños desde el punto de vista intelectual y sobre todo afectivo.
Es por ello que suelen sentir cuestiones como:
  • Duelos por la pérdida del cuerpo infantil
  • Extrañeza por el nuevo cuerpo adulto
Además el adolescente comenzará a manifestar conductas como
  • Aislamiento
  • Rechazo a los padres
  • Oposicionismo
Todos estos nuevos comportamientos asustan un poco a los padres ya que ven cómo los niños que alguna vez tuvieron en sus brazos ahora están desconocidos y hasta demuestran rechazo.

Ante estas cualidades que podemos ver en el adolescente tomar en cuenta que:
  • Esto es totalmente normal y no debe alarmar a los padres ya que no es más que parte del desarrollo madurativo.
  • Lo que parece rechazo u oposicionismo del joven al negarse a cosas que pueden parecer caprichos no es más que el intento de ir afirmando su nueva identidad.
  • El aislamiento es una forma de elaborar los diferentes duelos que va teniendo en el proceso de dejar de ser un niño.
Es por ello que se recomienda a los padres con hijos adolescentes:
  • No confrontarlo ni obligarlo a hacer algo que el joven se niega, siempre que sea algo que en realidad no tiene demasiada importancia, ya que de algo pequeño puede desencadenarse un gran conflicto innecesario.
  • Intentar hablar con él o ella cuando se de la oportunidad y respetando los tiempos del joven. Si no vemos apertura por parte del adolescente para hablar en ese momento, pues es mejor tener paciencia y dejarlo para otro momento.
  • Respetar su espacio y en lo posible no invadirlo por ejemplo en su cuarto. Menos aún revisarle sus objetos personales.
  • Si vemos que el joven requiere un límite no dudar en ponerlo, siempre comenzando por hablar y cuando no se logra por medio de la conversación, lo más sano es ponerle un límite por ejemplo, no permitiéndole salir o negándole su petición.
Al igual que en la niñez la frustración es un medio de aprendizaje por lo cual si se emplea bien es sano. Pero los límites no deben ser una forma de dominación para ver “quién manda” sino que siempre debemos pensar lo que estamos haciendo en pro del aprendizaje y la salud del joven y la familia.

Espero les  sirvan  estos consejos para padres con hijos adolescentes,

 

 ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE EL ROL PATERNO Y EL DOCENTE

Autor: María V. Zambrano

Estas ideas han sido utilizadas en artículos escritos por ellos o son simples comentarios formulados en entrevistas o cartas, pero que vienen al caso, porque de alguna manera ilustran el pensamiento que tiene Espacio Familiar en el tema educativo…
En relación a la docencia, creo que una de las formas de ayudar a crecer a los demás y a uno mismo. El docente tiene que tener presente que el ejemplo que dé a sus alumnos ayudará a moldearles la personalidad y su modo de enfrentar las necesidades de su mundo interior.
En la cima del mundo, Proyecto Cumbre. Marcus Tobías
(Edición No. 23. Junio 2002)
Procurar discernir las necesidades y niveles del “tú” es el único medio efectivo en la educación y si lo propio del niño es jugar ¿no será que debemos enfocarlo todo en orden a que lo más profundo aparezca como un juego?
Aprender es un juego. Ofelia Avella
(Edición 16. Septiembre-Octubre 2001)
Si queremos formar mujeres y hombres exitosos debemos poner énfasis en las actitudes. Valorarlas, inculcarlas y resaltarlas es esencial en la educación de hoy. Si elogiamos las actitudes que son valiosas en ellos y en otros, las aprenderán a valorar. Si buscamos en ellos el lado positivo de las situaciones tendremos la posibilidad de abrirnos al mundo donde sí vale la pena ponernos metas, hacer un esfuerzo, estudiar, ser honestos y tener entusiasmo para ser mejores cada vez.
¿Cómo formar niños exitosos? Carmen Inés Vázquez
(Edición No. 23. Junio 2002)
Muchos padres reproducen con sus hijos las pautas de crianza que ellos tuvieron, porque las consideran acertadas o porque son las únicas que conocen pero los tiempos han cambiado y si bien lo importante no es la cantidad de tiempo que se comparte con ellos sino la calidad, para transmitir calidad es necesario tener tiempo suficiente y estar conscientes de que el niño aprende por lo que ve que hacen sus padres.
Qué clase de padre soy. Lic. Franca Trezza
Edición 32. Noviembre-Diciembre 2003
El proyecto de vida como tal es un manual de vida para organizar la cotidianidad, es manejar la información que se tiene de uno mismo para aprender a vivir de acuerdo a sus posibilidades. Cuando tienes un proyecto de vida vas definiendo tu futuro. Lo que va a pasar es lo que tú quieres que pase. Eso hay que enseñárselo a los niños…
Llegar a dónde se quiere. Manuel Barroso
(Segunda Edición Especial. Agosto 2005)
No olvides que a lo largo de la vida tus hijos podrán tener muchas amistades pero únicamente unos padres y que los adultos hacemos muy mal el papel de adolescentes… Por lo tanto, es conveniente que “tus hijos cuenten contigo para todo” en vez de que “tus hijos te cuenten todo…”
¡Mis hijos me lo cuentan todo! Ricardo Montiel
Edición No. 14. Junio 2001
Todo es posible en esta vida, pero no todo es necesario para uno. Guiándote por el amor y lo que tienes, puedes vivir feliz. La felicidad como tal son instantes, quien los acumula es una persona feliz… ¡es simple!








PADRES Y MAESTROS EN EQUIPO


Aunque la familia desempeña un papel prioritario en la socialización infantil, la escuela juega un rol no menos importante. Desde los 3 ó 4 años, incluso antes y, hasta los 17 años, la mayoría de los chicos pasan gran parte de su tiempo en el contexto escolar. Allí amplían su campo de relaciones sociales a otros adultos distintos a padres y familiares, se relacionan con un nutrido grupo de pares, continúan muchos aprendizajes que habían comenzado en la familia e inician otros nuevos.
Durante la infancia y la adolescencia, la escuela va a constituir un punto de referencia obligado, convirtiéndose en una de las principales fuentes de influencia sobre el desarrollo. Con la excepción de la familia, ninguna otra institución social va a gozar de posición tan privilegiada.
En este sentido, escuela y familia tienen influencias superpuestas y responsabilidades compartidas, por lo que ambas instituciones deben cooperar en la formación de los niños. Padres y educadores tienen que redefinir sus relaciones sustituyendo el conflicto o la desconexión por la colaboración y el trabajo en equipo. El grado de compromiso entre la familia y escuela está en relación directa con los buenos resultados de los alumnos.
Este compromiso no es sino el convencimiento de que escuela y familia persiguen el mismo objetivo y, por tanto, no pueden distanciarse y mucho menos enfrentarse. Para que el trabajo en equipo sea óptimo, se expondrán a continuación algunas sugerencias:
  • La maestra de su hijo es su aliada, no espere a que suceda algún inconveniente, anticípese solicite una cita y plantéele con antelación cualquier aspecto que usted considera que ella debe saber.
  • La comunicación más directa que usted tiene de la escuela, como padre/madre, es a través  de su hijo; si usted le da la oportunidad, se dará cuenta de cómo transcurre su vida cotidiana.
  • Es importante escucharlos y ante una situación problemática que le plantee el menor, no se quede sólo con la versión del niño; es conveniente reunirse con la maestra y completar la información que dispone, para juntos realizar un plan de trabajo, que le permita al niño desarrollar plenamente sus potencialidades, el mismo, se llevará a cabo tanto en casa como en la escuela.
  • Lea atentamente toda la información que la escuela le envía, revise sus diarios y acompañe al menor en sus tareas, si no dispone de tiempo para ello, busque ayuda para que su hijo concluya sus labores; así evitará que desperdicie su tiempo en actividades de ocio, “no productivas” favoreciendo el bajo rendimiento académico.
  • Intente que su hijo no escuche comentarios negativos acerca de su maestra o escuela, esto no contribuye a mejorar la imagen del centro donde el escolar pasa muchas horas de su vida.
  • Es imperioso una sincronía entre las normas de la institución y las del hogar, recuerde que su hijo necesita congruencia entre lo que se hace y se dice en diferentes escenarios, ello contribuirá a mayor congruencia interna (especialmente en los años escolares)
  • Si no está de acuerdo con el manejo de alguna situación escolar, no lo discuta con su hijo, quien no tiene las herramientas psicológicas para manejar determinados asuntos, háblelo directamente con la maestra.
  • Participar en actividades organizadas por la escuela favorecen el intercambio entre la familia, escuela y niños, de forma tal que ambos escenarios no sean percibidos por el menor como diametralmente opuestos, es decir, en la escuela se dice y hace una cosa y en casa otra; por el contrario, en tanto en cuanto, los padres se comprometan e involucren con la escuela el niño se adaptará con más fluidez. 
  • Con respecto a las tareas, es importante ayudar al menor pero hacerle sentir que puede solo de manera de fomentar la autonomía, compromiso y madurez. De igual forma, el nivel de complejidad de las mismas deben ajustarse a la capacidad del menor y siempre plantearse ¿cuál es el objetivo a alcanzar con esta tarea?, ¿qué habilidades pretendo desarrollar o fomentar?, de manera que los padres perciban que las labores para la casa, persiguen objetivos concretos, ello redundará en una relación más fluida.
Por último, la educación es una “aporía”, es decir, un problema sin solución en cuanto a que no hay nada escrito, se hace camino al andar y, en ese proceso mientras más estén unidos como un ” (personas que comparten la misma suerte); el menor se verá favorecido ya que ambos escenarios (aunque distintos), tienen muchas cosas en común y será para el menor un lugar no sólo de aprendizajes académicos; sino de crecimiento humano, dónde se desarrollarán los más altos valores éticos y sociales, recordando que sólo a través del amor incondicional de padres y maestros construiremos hijos íntegros e inteligentes.
Lic. Franca Trezza
Psicóloga Clínica y Psicoterapeuta




Obteniendo ayuda adicional
Hay épocas en que los padres pueden pensar buscar ayuda adicional para sus niños. Ciertos comportamientos que se observan regularmente pueden indicar que ayuda adicional es necesaria. Cada uno pasa por esos días difíciles para concentrarse, así que hay que poner atención a esos comportamientos que demuestran un patrón constante.

Algunos niños se distraen fácilmente por cosas que ocurren alrededor de ellos. Es difícil para ellos mantenerse concentrados. Ruido, movimientos y el panorama que ven a su alrededor pueden requerir su atención. Ellos están más interesados en lo que está pasando a su alrededor. Los niños pueden no ser capaces de resistir ver lo que quieren. En su descanso diario, planee un descanso para soñar.
Al pequeño José le gusta hablar con cualquier persona que esté a su alrededor. Su reporte de la escuela siempre dice que él habla demasiado con otros. Es fácil observar al niño desorganizador. Éste es quien habla con sus amigos, hace bromas a todos, se mueve mucho en su asiento, o encuentra cualquier excusa para levantarse y caminar alrededor. Cory también tiene problemas de atención, pero se mueve despacio. Él mira detenidamente al pájaro que construye un nido fuera de la ventana, o sueña despierto con jugar pelota más tarde.
Memorización, lectura lenta, y no contestar bien un examen en clase son otras señales que indican que, ayuda adicional puede beneficiar. Este niño puede discutir el contenido y puede saber el tema, pero no puede retener la información. Si el niño se queja regularmente de dolores de estómago antes de ir a la escuela, o se frustra fácilmente cuando es hora de hacer la tarea, los padres querrán buscar la causa.
Los niños aprenden habilidades sociales en la escuela así como también habilidades académicas. Aunque no todos los niños necesitan docenas de amigos, cada niño necesita aprender cómo llevarse bien con sus compañeros.
Cuando usted tiene preguntas sobre cómo conseguir ayuda adicional, hable con el profesor. Los padres y profesores pueden trabajar juntos para crear un ambiente donde los niños aprendan mejor. A veces, un tutor puede proporcionar la ayuda individual que un niño necesita. Las dificultades pueden ser causadas por razones físicas. Problemas de visión y de audición pueden hacer que el niño se muestre agitado o distraído.
Hay muchas otras razones que el médico puede diagnosticar para las dificultades en la escuela. En otros casos, los padres pueden encontrar las actividades para que sus niños puedan sobresalir y sentirse confiados de sí mismos en la escuela.
No es necesario que cada niño entregue un ejercicio de escritura perfecto, pero es importante que cada niño crea en sí mismo. Entienda el estilo de aprendizaje de su niño. Usted puede entonces proporcionar experiencias de aprendizaje y el método eficaz para mejorar el aprendizaje de su niño.
Finalmente, sea paciente. Querer mejorar y ayudar a su niño es un proceso. Desarrolle una actitud de equipo con su niño, su profesor, y usted.

 

Involucramiento de los padres en la escuela

Estudios han indicado que los niños cuyos padres o cualquier otro adulto, comparte actividades educativas con ellos, tienden a ser mejor en la escuela. Algunos beneficios que se han identificado y que miden el grado de involucramiento de los padres en la educación, incluyen:
  • Calificaciones/ notas altas en las pruebas o exámenes.
  • Educación a largo plazo.
  • Actitudes positivas y buen comportamiento.
  • Programas más exitosos.
  • Escuelas más eficaces.
Todos los padres quieren que sus niños sean adultos exitosos y responsables. De igual manera, muchos padres desean involucrarse en la educación formal de sus hijos. A veces, sin embargo, no saben dónde comenzar, cuándo encontrar el tiempo, o cómo establecer conexiones positivas con la escuela.
En el nivel más básico, los padres pueden comenzar respaldando la educación de sus niños demostrando que ellos mismos valoran verdaderamente la educación.
Pregunta a discutir:
" ¿Puede pensar en algunas formas que los padres y los abuelos pueden demostrar a sus niños que ellos valoran la educación?"
Las respuestas pueden incluir:
  • Tomar clases ellos mismos.
  • Demostrar interés en la lectura.
  • Participar en grupos de estudio.
  • Hablar sobre problemas educativos.
  • Prestar atención a las actividades de la escuela.
  • Mostrar interés en el progreso del niño.
  • Donar tiempo para actividades de la escuela o en el salón de clases, participar en organizaciones de padres, o padre y maestros, o en la biblioteca.

 

En este mundo complejo, se necesita más de una buena escuela para educar a los niños. Y también se necesita más de un buen hogar. Se necesita que estas dos importantes instituciones educativas trabajen juntas.
Dorothy Rich, autora de MegaSkills.®
 

 

la educación de hoy es...

"Educar es enseñar a vivir. No se trata de hacer del aula un lugar interesante, sino de hacer del aprendizaje una experiencia emocionante y relevante. No se trata de una nueva educación a través de las nuevas tecnologías, sino de motivar el aprendizaje significativo, el análisis crítico y el pensamiento creativo día a día."




El siguiente enlace contiene información que es importante conocer, para el bienestar de sus hijos

http://www.edomex.gob.mx/legistelfon/doc/pdf/ley/vig/leyvig011.pdf




PADRES  Y MAESTROS


En el presente artículo se hace una reflexión sobre aquellos aspectos que marcan la relación entre padres y maestros - familia y escuela - en la difícil tarea que a ambos les concierne: la educación de los hijos.
 
Un rápido análisis nos permite afirmar que, hace unos pocos años, las familias contaban con elementos de solidez propios muy superiores a los actuales: tenían unas con, Ficciones más profundas, mayor estabilidad, menor estrés, más miembros y mayores oportunidades de interacción entre ellos, etc. En la actualidad, las familias, a pesar de sus mejores niveles de formación y educación, están más afectadas por influencias sociales negativas propias de la sociedad occidental y son más débiles en su estructura, encontrándose inmersas, en muchos casos, en problemas reales que afectan a su estabilidad. Carencia de ideales claros de vida, dificultades de convivencia o ruptura del matrimonio, etc. Esas familias necesitan más que nunca ayuda en su acción educativa profunda, y deben encontrar colaboración en el ámbito escolar, dentro de un marco de confianza.

La peculiar relación existente entre escuela y familia, exige de ellas una exquisita coordinación. Del mismo modo, la necesidad de personalización para una verdadera formación, y la reciprocidad de la relación establecida, solicitan crecientes grados de participación y comunicación entre ambas instituciones.

Una relación de confianza
Padres y Maestros

Son los padres quienes gozan de esa relación de intimidad única que exclusivamente se da en el seno de una familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele decirse que en una familia todos educan y son educados.
Son, asimismo, los padres quienes están en mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado, de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y, por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y responsabilidad que solamente es posible, de manera armónica, cuando la familia soporta las decisiones personales, con su mezcla de aciertos y errores.

Características de la
relación Familia-Escuela

El principio de subsidiariedad es el que marca esta relación. Es la familia quien tiene el derecho-deber de la educación.
Son los padres quienes tienen la posibilidad de decidir acerca de las cuestiones esenciales: más, a medida que los hijos son menores.
 
Son los padres quienes eligen el centro educativo, sobre todo en las etapas de Educación Primaria y Secundaria. Ayudan a los hijos también a elegir los amigos al situarles en determinados contextos sociales, don, de se entablan las relaciones de amistad.
 
1.- Son los padres quienes, como consecuencia de su estilo de vida, relaciones, conversaciones, juicios, etc., van creando una cultura familiar que es clave en todo el proceso de maduración de la persona, de tal manera que muchos de los referentes en la toma de decisiones de las personas adultas se basan en actitudes y valores adquiridos en los primeros años de vida.
 
2.- Son los padres quienes gozan de esa relación de intimidad única que exclusivamente se da en el seno de una familia y que permite todo tipo de interrelaciones personales: de afecto, ayuda, orientación, soporte, etc., que influyen y modifican los comportamientos de todos sus miembros. Suele decirse que en una familia todos educan y son educados.
 
3.- Son, asimismo, los padres quienes están en mejores condiciones, a causa de su cariño desinteresado, de conseguir el crecimiento en autonomía de sus hijos y, por tanto, la madurez: un crecimiento en libertad y responsabilidad que solamente es posible, de manera armónica, cuando la familia soporta las decisiones personales, con su mezcla de aciertos y errores
Y es al elegir la escuela cuando la hacen partícipe de sus deseos, ideales, valores y objetivos educativos, aunque con frecuencia no los tengan ellos mismos suficientemente definidos o explicitados.
4.- Establecen los padres con la escuela una particular relación de confianza, mediante la cual delegan autoridad, funciones, objetivos familiares, etc., en la institución a la que confían sus hijos.

La relación que se entabla entre familia y escuela es tan peculiar que sólo cabe situarla en el marco de la confianza- es la escuela, corno parte de la familia, una prolongación suya, adquiriendo así su pleno sentido.

Esa relación de confianza es la que determina, matiza y da forma al binomio familia - escuela, que debe estar marcado por una actitud de responsabilidad compartida y complementaria en la tarea de educar a los hijos. Ello implica una verdadera relación de comunicación donde padres y maestros establezcan una vía abierta de información, de orientación, sobre la educación de los hijos, constructiva y exenta de tensiones por el papel que cada uno de ellos desempeña.
En este sentido, la familia debe tener una actitud activa y participativa, más allá de las aportaciones puntuales de información sobre los hijos, en la medida que lo requieran los maestros: esto es, trabajar conjuntamente en la orientación de la persona en orden a un proyecto común de educación.

Si no se produce ese acuerdo previo sobre cómo y para qué queremos educar a nuestros hijos, la disfuncionalidad en la relación padres-maestros y en el mismo proceso educativo, estará asegurada. Una escuela no puede limitar su actividad a los campos que sean de su exclusivo interés, sin atender a las necesidades de la familia. Esa peculiar relación de confianza-servicio es característica de la escuela, particularmente en los niveles de Primaria y Secundaria.

Mariano del Castillo
Carmen Magaña
Instituto de Técnicas Educativos Actualidad Docente


























LA NUEVA GENERACION DE PADRES DE FAMILIA
(Autor desconocido)
Somos de las primeras generaciones de padres decididos a no repetir con los hijos los mismos errores que pudieron haber cometido nuestros progenitores.
Y en el esfuerzo de abolir los abusos del pasado, ahora somos los más dedicados y comprensivos, pero a la vez los más débiles e inseguros que ha dado la historia.
Lo grave es que estamos lidiando con unos niños más "igualados", beligerantes y poderosos que nunca existieron.
Parece que en nuestro intento por ser los padres que quisimos tener, pasamos de un extremo al otro. Así que, somos los últimos hijos regañados por los padres y los primeros padres regañados por nuestros hijos.
Los últimos que le tuvimos miedo a nuestros padres y los primeros que tememos a nuestros hijos. Los últimos que crecimos bajo el mando de los padres y los primeros que vivimos bajo el yugo de los hijos.
Lo que es peor, los últimos que respetamos a nuestros padres, y los primeros que aceptamos que nuestros hijos no nos respeten.
En la medida que el permisivismo reemplazó al autoritarismo, los términos de las relaciones familiares han cambiado en forma radical, para bien y para mal.
En efecto, antes se consideraban buenos padres a aquellos cuyos hijos se comportaban bien, obedecían sus órdenes y los trataban con el debido respeto. Y buenos hijos a los niños que eran formales y veneraban a sus padres.
Pero en la medida en que las fronteras jerárquicas entre nosotros y nuestros hijos se han ido desvaneciendo, hoy los buenos padres son aquellos que logran que sus hijos los amen, aunque poco los respeten.
Y son los hijos quienes ahora esperan el respeto de sus padres, entendiendo por tal que les respeten sus ideas, sus gustos, sus apetencias, sus formas de actuar y de vivir. Y que además les patrocinen lo que necesitan para tal fin.
Como quien dice, los roles se invirtieron, y ahora son los papás quienes tienen que complacer a sus hijos para ganárselos, y no a la inversa, como en el pasado.
Esto explica el esfuerzo que hoy hacen tantos papás y mamás por ser los mejores amigos de sus hijos y parecerles "muy cool" a sus hijos.
Se ha dicho que los extremos se tocan, y si el autoritarismo del pasado llenó a los hijos de temor hacia sus padres, la debilidad del presente los llena de miedo y menosprecio al vernos tan débiles y perdidos como ellos.
Los hijos necesitan percibir que durante la niñez estamos a la cabeza de sus vidas como líderes capaces de sujetarlos cuando no se pueden contener y de guiarlos mientras no saben para dónde van.
Si bien el autoritarismo aplasta, el permisivismo ahoga.
Sólo una actitud firme y respetuosa les permitirá confiar en nuestra idoneidad para gobernar sus vidas mientras sean menores, porque vamos adelante lidereándolos y no atrás cargándolos y rendidos a su voluntad.
Es así como evitaremos que las nuevas generaciones se ahoguen en el descontrol y hastío en el que se está hundiendo la sociedad que parece ir a la deriva, sin parámetros, ni destino.









INDICE DE MASA CORPORAL


El Indice de Masa Corporal es un índice del peso de una persona en relacion con su altura. A pesar de que no hace distinción entre los componentes grasos y no grasos de la masa corporal total, éste es el método más práctico para evaluar el grado de riesgo asociado con la obesidad.
 www.imss.gob.mx/nr/imss/calculadora/index.htm





El horario de atención a padres de Familia de la Sec. Juan Rulfo es:    los días Lunes de   10:40 a 11:30  am

El horario de atención a padres de Familia de la Sec. Juan Ignacio Ramirez es:  llegaron los cambios para  los días Viernes de  5:20 a 6:00

Saludos  Profra:  Julieta Arguello







Estimados Padres de familia

El seguimiento les permitirá conocer cual es el desempeño escolar de sus hijos a lo largo de 4 semanas, si encuentran 3 o mas anotaciones de que no se esta cumpliendo con trabajos, materiales o tareas; favor de acudir conmigo para platicar y evitar una baja calificación, favor de firmar de enterados al finalizar las 4 semanas de trabajo. Este seguimiento nos permitirá un mejor control del trabajo de sus hijos y por consecuencia una buena calificación.gracias por visitar la pagina y agradeceré sus comentario