sábado, 22 de octubre de 2011

Hallan un disco de formación de planetas con agua para miles de océanos

Un equipo de astrónomos ha detectado por primera vez, en torno a un naciente sistema solar, una extensa nube de vapor de agua lo bastante fría como para la formación de cometas que podrían depositar océanos en los planetas secos. Se encuentra dentro del disco de formación planetaria que rodea a la estrella TW Hydrae, a 176 años luz en la constelación de Hidra, y contiene volúmenes de agua equivalentes a miles de los océanos de la tierra. De hecho esta estrella sería el centro del potencial sistema solar más cercano a la Tierra. Los detalles se publican en la revista Science.

Ted Bergin, de la Universidad de Michigan, y sus colegas emplearon el Instrumento Heterodino para Infrarrojo extremo (HIFI por su sigla en inglés) del Observatorio Espacial Herschel, en órbita, para detectar la señal química del agua. Los científicos habían encontrado antes vapor de agua templado en los discos de formación de planetas más próximos a la estrella central. Pero, hasta ahora, no se había encontrado pruebas de que las vastas cantidades de agua se extendieran a las regiones más frías y lejanas de los discos, donde toman forma los cometas y los planetas gigantes. Cuanta más agua esté disponible en los discos para que se formen cometas helados mayores son las probabilidades de que grandes cantidades de agua alcancen los planetas nuevos a través de impactos.

“El hallazgo nos indica que los materiales que la vida necesita están presentes en un sistema antes de que nazcan los planetas”, asegura Bergin. “Nosotros esperábamos que así fuera, pero ahora sabemos que es así porque lo hemos detectado directamente. Es decir, podemos verlo”.

Otros descubrimientos recientes hechos con el HIFI sustentan la teoría de que los cometas transportaron una porción significativa de los océanos en la Tierra. Los investigadores determinaron que el hielo sobre un cometa denominado Hartley 2 tiene la misma composición química que nuestros océanos.

Herschel, una misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) con participación de la NASA, es un telescopio orbital que permite que los astrónomos observen imágenes en longitudes de onda de infrarrojo extremo donde las moléculas orgánicas y el agua emiten sus señales químicas.

Elena Sanz
21/10/2011